La violencia sigue sin dar tregua en el estado de Morelos, y esta vez, dos mujeres inocentes se convirtieron en víctimas de un atroz ataque. El martes 13 de febrero, alrededor de las 16:45 horas, se desató una balacera en la colonia Rubén Jaramillo de Temixco, a escasos metros del hospital comunitario. El saldo fue devastador: dos vendedoras de pollo perdieron la vida y una tercera resultó gravemente herida.
Las víctimas, cuyos nombres aún no han sido revelados, se dedicaban al comercio de pollo en la zona. Según testigos presenciales, los agresores, a bordo de un automóvil Nissan Versa, perpetraron el ataque con una violencia inusitada. Sin mediar palabra, dispararon a quemarropa contra las indefensas mujeres, dejando un rastro de sangre y dolor en la tranquila calle Independencia.
Las autoridades policiales implementaron un operativo de búsqueda, pero los responsables lograron escapar con rapidez, dirigiéndose hacia la avenida Salvador Allende. La mujer herida fue trasladada de urgencia a un hospital cercano, donde lucha por su vida.
El video que circula en redes sociales es estremecedor. En él, se aprecia cómo las vendedoras de pollo son emboscadas por los sicarios. Los disparos resonaron en la comunidad, y la indignación se ha propagado como un incendio. La impunidad y la crueldad de este acto han dejado a los habitantes de Temixco consternados y exigiendo justicia.
El gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, ha expresado su repudio ante este nuevo episodio de violencia. “No descansaremos hasta dar con los responsables y llevarlos ante la justicia”, declaró Blanco en una conferencia de prensa. Sin embargo, la pregunta que atormenta a la comunidad es: ¿cuándo cesará esta ola de crímenes?
La colonia Rubén Jaramillo, que alguna vez fue un lugar tranquilo, ahora está marcada por la tragedia. Las vendedoras de pollo, mujeres trabajadoras y luchadoras, merecen más que un titular en las noticias. Merecen justicia y un futuro libre de violencia.
La investigación sigue en curso, y las autoridades instan a cualquier persona con información relevante a que se presente y colabore en la búsqueda de los responsables. La comunidad de Temixco no se quedará de brazos cruzados; la memoria de las vendedoras de pollo será honrada con acciones concretas para erradicar el crimen organizado de sus calles.
Este es un recordatorio sombrío de que la violencia no tiene límites y afecta a personas inocentes. Las vidas de estas dos mujeres, truncadas de manera brutal, deben servir como un llamado a la unidad y la resistencia contra aquellos que siembran el terror en nuestra sociedad.
